Una iluminación deficiente retrasa el crecimiento y producción de cogollos, por otro lado una iluminación excesiva puede retrasar el crecimiento y llegar a dañar la planta.
No controlar estos parámetros puede traer consigo diferentes problemas, a continuación te mencionamos algunos.
Problemas de crecimiento: Si la humedad es demasiado alta, puede causar problemas en el crecimiento de las raíces y en la absorción de nutrientes por parte de las plantas. Si la humedad es demasiado baja, las plantas pueden sufrir de estrés y su crecimiento puede ser reducido.
Problemas de floración: Una humedad demasiado alta durante la floración, puede causar problemas en el desarrollo de los cogollos y reducir la calidad y cantidad de la cosecha.
Problemas de enfermedades: Si la humedad es demasiado alta, puede crear un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades fúngicas y plagas en las plantas.
Es importante mantener un buen control de la humedad y temperatura, de esta forma evitamos estos problemas.
Las plantas necesitan distintos nutrientes para un correcto desarrollo, el requerimiento de dichos nutrientes varia según la fase en que se encuentre nuestra planta de cannabis, por lo que la falta de estos puede resultar en una disminución de la cantidad y calidad de la cosecha. Por contraparte una aplicación excesiva puede resultar en una sobre fertilización, dañando las raíces y el desarrollo de la planta pudiendo incluso llegar a quemarla y perder la totalidad del cultivo. Siempre es recomendable ir aplicando fertilizantes de menos a más e ir viendo como reacciona nuestra planta ya que no todas las variedades tienen los mismo requerimientos nutricionales.
Este es un punto muy importante que muchas veces se pasa por alto, la renovación del aire es esencial para el crecimiento y producción de flores de calidad. Esto permite la circulación de oxigeno y la eliminación de dióxido de carbono, contribuyendo al desarrollo saludable de nuestras plantas. También nos permite controlar de mejor manera los niveles de temperatura y humedad, previniendo de esta forma enfermedades y plagas.
La falta de prevención y control de enfermedades puede traer graves problemas en el rendimiento y calidad de la cosecha. Se recomienda siempre aplicar productos preventivos evitando así que las plagas o enfermedades se instalen en nuestras plantas, muchas veces los cultivadores principiantes pasan por alto esto y al detectar la plaga esta ya generado daños considerables en el cultivo.
La falta de riego, así como un riego excesivo puede traer graves problemas. Un riego irregular puede causar estrés hídrico, afectando el crecimiento y la salud general de las plantas, haciéndolas más propensas a plagas y enfermedades.
Para evitar estos problemas, es importante regar las plantas de manera correcta y en función de las necesidades de las plantas en cada etapa del ciclo de vida. Esto incluye el uso de medidores de humedad del suelo y el monitoreo regular del riego para detectar cualquier problema temprano y ajustarlo de manera adecuada.
Es importante planificar antes de empezar un cultivo para evitar cualquier imprevisto, es necesario contar con el equipo y espacio adecuado. Un mal plan de cultivo puede resultar en una cosecha deficiente y de mala calidad.